Manos que hablan
Las manos y los brazos son capaces de contar historias, transmitir pensamientos y mostrar sentimientos. Con ellos podemos bailar sin despegar los pies del suelo, podemos interpretar toda una pieza sin movernos por todo el escenario. Con ellos llenamos de magia nuestro baile y elevamos la puesta en escena a otro nivel, cargándolo de gracia y armonía.
Las manos para mí están llenas de vida, en los dedos sin lugar a duda corre energía y es por ello que son en muchas ocasiones el centro de atención en el flamenco. Por otro lado, el quiebre de la muñeca es el protagonista en los movimientos de floreo tan característico en las danzas españolas, la elegancia y la clase se hacen partícipes en cada momento de nuestro maneo.
El braceo, tanto fuerte y dominante, como frágil y delicado, es el que se encarga de darle carácter a nuestra interpretación. Brazos alargados, quebrados, fuertes o sublimes, son los que complementan nuestro baile, por eso hago una pausa aquí y traigo a colación la postura, que juega un papel clave. La postura, es la base para el braceo porque con en ella queda demostrado nuestro temple, nuestra estampa y sin ir muy lejos nuestra buena técnica y comprensión de nuestra estructura anatómica.
Hablemos técnicamente.
El floreo es el movimiento circular de la muñeca a la vez que movemos las manos y abrimos y cerramos los dedos como los pétalos de una flor.
El braceo es el movimiento de los brazos, usualmente se trabajan de forma semicircular de adentro hacia afuera o de afuera hacia adentro del torso en combinación con el movimiento de las manos.
A mi parecer, en la actualidad se ha perdido mucho la belleza en las manos y brazos, los bailaores y bailaoras se preocupan tanto por crear combinaciones muy complicadas de pies y dejan a un lado el trabajo del torso para arriba. Debemos tener presente algo muy importante, todo nuestro cuerpo expresa y el flamenco es un arte auditivo, pero también es un arte visual y no podemos perder la magia de hablar con nuestras manos, hablar desde el silencio y dejar que la energía que suena en nuestro taconeo, fluya y se haga visible en nuestros brazos, muñecas, manos y dedos.
Fotografía: Eduardo López.
Leotard: Liliana Páez.
Accesorios: Tienda flamenca lunares.
No hay comentarios: