Estereotipos como formas de etiquetas.
¿Qué es un estereotipo?
Usualmente se llama así al conjunto de creencias compartidas socialmente sobre las características de una persona que exagera un rasgo característico de determinado grupo.
Según Gordon Allport (1954), los estereotipos cumplen funciones de categorización y simplifican nuestra realidad. Ejemplo: las rubias son tontas o los alemanes cuadrados.
Es importante recordar que todos tenemos estereotipos, el entorno social nos lo transmite desde que somos niños para afrontar el miedo a lo desconocido, poniendo etiquetas a lo que no conocemos, sirven como "atajos mentales". Pero cuando nos encontramos frente a una persona de un grupo al que le hemos puesto una etiqueta y la hemos categorizado, se puede transformar en un "prejuicio " y como consecuencia puede facilitar la distorsión de las percepciones y crear un sentimiento preconcebido.
"Los prejuicios tienden a convertirse en actos discriminatorios".
¿A qué estereotipos nos enfrentamos los artistas?
-O eres pobre o eres millonario.
- Al morir, las obras de los artistas empiezan a valer.
- No es un trabajo de verdad.
- Los artistas viven una vida de excesos.
Del mismo modo, ¿A qué estereotipos nos enfrentamos las bailaoras?
- Debes ser española o haber nacido en una familia gitana para poder sentir y entender el flamenco.
- Depende del contexto cultural, debes ser muy delgada para que te consideren una bailarina.
- Debes ser redonda para tener peso al bailar.
- Debes ser flexible.
- Debes comenzar a bailar desde muy pequeña.
A mi forma de ver, hay una manera en la que podemos luchar contra los estereotipos y es trabajando la empatía. Al abrir nuestra mente y si nos informamos, podemos entender que las "categorías" o "etiquetas" no siempre se cumplen, que existen matices y cualidades que rescatar que pueden eliminar por completo ideas preconcebidas.
Vivimos en un mundo en el cual se juzga y se critica lo que no se entiende... Abramos nuestro corazón y entendamos de una vez por todas que las limitaciones están en nuestra cabeza y que ser mejor o peor artista, bailarín o persona depende de lo que está en nuestra mente y no en la de los demás.
El trabajo siempre debe ir por delante, nuestras ganas de superarnos nuestra tarjeta de presentación y el hambre de ser mejores nuestra principal motivación. Si te etiquetan el problema es de ellos, no tuyo.
Fotografía: Paco Rosso.
Vestuario: Liliana Paez.
Zapatos: Menkes.
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